Rutina.

Escuché por ahí que las personas no están interesadas en leer ficción...nose que tan cierto sea eso en realidad tampoco me interesa mucho ya que por lo general si invento algo, en el fondo tiene mas de cierto que de mentira.
No se que tan indispensable sea para mi escribir ya que tenía varios días sin abrir el blog ni para leer a otros bloggers.

De vez en cuando por consejo de mi profesor de stand up escribía pequeñas notas de cosas que podían inspirarme en el momento, el plan era hacerlo para enriquecer mi monólogo de stand up comedy pero luego lo que escribía terminó siendo cero comicidad y más que nada simples inspiraciones entre humo y cerveza, entre un calor insoportable que inunda la ciudad de Lima y un sunset precioso que puedo ver almenos una vez por semana si no son más. Incluso en un par de ocasiones arranque la página de lo escrito para entregarlo como regalo a quien tuviera mas cerca.
Estuve soñando mucho, anhelando, deseando, pero al parecer no es suficiente, hay que obrar.
No estoy segura de cuanto costará conseguir ciertas cosas que a veces dieran la No tan ligera impresión de que son inalcanzables. Pero no puedo darme por vencida o desanimarme y más cuando intentando darme ánimos me dicen que soy joven por tener treinta y uno. Claro, me lo dicen personas mayores que yo, entonces mi mujer envejecida por dentro decide sentirse una chiquilla nuevamente.

Necesito un par de ojos para mirar por dos minutos seguidos sin hablar, siento una necesidad enorme de sólo mirar, de tener un contacto visual ¿qué hago con esas ganas, como podría saciarlas?
Mis manos se encuentran sumergidas en el aire buscando espacio agradable donde acomodarse sin sentir vacío, sin lagrimear por los tóxicos que puedan cruzarse en este intentar respirar pureza, cuando se tiene un interior bastante podrido, en medio de esto consigo sentir dos dedos rozando mi hombro, bajando por mi espalda, una respiración entrecortada, casi silenciosa me hace temblar, suspiro a penas para no darle a notar que ha conseguido inquietar mi escritura pero sabe que no voy a resistir tanto tiempo sin voltear a descubrir sus ojos matando mi oscuridad.

Suena el despertador, tengo que ducharme, cambiarme y comenzar a trabajar.

Promesas de los ancianos cuando eras niña, comenzaremos por amenazar a quienes nos engañaron. Puedo dar más de lo que doy a diario, vivo un encierro solitario por decisión propia de quienes no buscamos un acceso total a la sociedad que nos ha engendrado.
Amo un poco menos la vida y la culpa no es más que mía, las quejas las tiré a un tacho de basura hace tiempo, que no se malinterprete este sudor en letras, un ser humano muere sin piedad ni lamentos,sus familiares a veces lloran, el dinero.
Cantemos bajo este sol con halos veraniegos, cada vez más comunes entre nosotros los que crecimos en una ciudad donde nunca nos acostumbramos a dejar de culpar al clima, a los políticos y como no, al tiempo.