martes, julio 20, 2010

Ojos verdes.

Juan se preocupó porque se fue la luz, en casa no encendía una vela desde la época en que sendero volaba torres de luz en las navidades y años nuevos. Juan no solía estar solo en aquellas épocas tenía 17 años, hoy ya todo un hombre, no podía sentir miedo a la oscuridad, sin embargo le temía. Se asomó a la puerta de su casa a ver si algún vecino pasaba y se paraba a conversar, siempre algún vecino tiene un chisme o alguna novedad que contar, encendió un cigarrillo, cuando un gato negro salto del árbol del jardín de la casa de a lado,se asustó pues aunque el era un hombre le temía a los gatos.
Los vecinos pasaban pero por alguna razón no se detenían, todos suelen regrezar a casa apurados,el era un hombre ni de buen ni de mal aspecto, pelo rubio, ojos claros, aunque la cocaína había oscurecido su piel con el pasar de los años.


Se disponía entrar a casa cuando a unos metros de distancia escuchó el sonido de unos tacos, aquellos pasos se acercaban más y más y su curiosidad lo detuvo intentando descubrir en medio de la obscuridad quien se aproximaba, el cuerpo de aquella mujer podía apreciarse cada vez más hasta que estando cerca a él se detuvo clavando en los ojos de Juan una mirada profunda, intensa de unos ojos verdes, grandes...Juan sin poder desviar la mirada sonrió a medias, nervioso a penas pronunció : buenas noches...ella, no le contestó y siguió su camino.

Juan no podía conseguir dormir esa noche, la luz no llegaba y solo pensaba en aquellos misteriosos ojos verdes, aquella mujer que se detuvo ante el sin decirle nada, Juan daba vueltas y vueltas en la cama ,dieron las cuatro y media de la madrugada y cuando estaba  a punto de concebir el sueño lo despertó el timbre,alguien lo toco repetidas veces ,eso le puso a sobre aviso que la luz había llegado ,pero al mismo tiempo al ver la hora , se asustó una vez mas, a pesar de ser ya un hombre, le dió intriga y temor al pensar en quien podría estar llamando a su puerta a las cuatro y treinta de la madrugada, decidió no salir a ver quien era, su familia no vivía en esta ciudad y si se tratara de algún amigo lo llamaría al celular,así que se tapo bien hasta casi cubrirse el rostro y al fin se durmió.

Era mas o menos medio día cuando Juan se despertó, la luz del sol que atravesaba por su ventana le daba a la cara, recordó lo de la tocada de timbre en la madrugada ,pensó "talvez fue solo un sueño",se levantó y al llegar a la sala vió un sobre debajo de su puerta, al abrirlo una luz intensa lo cegó, soltó inmediatamente aquel sobre, el miedo se volvió a apoderar de el, cayó al piso y perdió la razón, entre sueños veía imágenes de el corriendo por sitios llenos de luces ,colores mezclados con aromas perfumados, pero siempre una sombra negra lo perseguía gritándole cosas que no alcanzaba a entender, su miedo lo envolvía hasta hacer que su cuerpo se encogiera hasta quedar en la posición de un bebe, el ruido de fondo no era música eran pasos de tacos cada vez aquella rítmica era mas intensa, abrumadora y mas rápida ,mas fuerte ,mas perturbador...al despertar o reaccionar Juan sudaba y se sentía helado...el estaba en su cama ,lo del sobre lo había soñado.

Reincorporándose se levanto abrió la puerta pues el timbre había sonado otra vez, aquella mujer de ojos verdes ,grandes y mirada intensa estaba ahí parada frente a el, corrió al espejo sin decir nada ,dejando a aquella mujer parada junto a su puerta, y al ver sus ojos en el espejo pudo comprender que esos ojos los de aquella mujer eran idénticos a los de el ,a los de aquel niño que sin saber si era hombre o mujer había abandonado junto a una mujer a la que el amaba una noche en que la luz de su alma se fue y el miedo se apoderó de su ser. Esos ojos verdes ,eran suyos, al salir de nuevo ya no estaba aquella mujer solo un sobre en la mesa ,al abrirlo una carta que decía : "no te confundas, tus ojos y los mios no son iguales, no existen dos miradas tan parecidas a la tuya y a la mía, por eso hoy solo la mía quedará".
Juan cayó tendido boca abajo al suelo, aquella mujer le había disparado por la espalda.

Despertó sobresaltado sudando frió ,todo lo había soñado, sonaba el timbre otra vez una y otra vez, Juan no iría a abrir ni a ver quien podría ser, Juan abrió el cajón de su mesa de noche saco la cocaína que tenia y la inhalo ,inhalo ,inhalo,todo lo que pudo hasta caer duro al suelo perdiendo el conocimiento, perdiendo la vida.

8 comentarios:

  1. Esta historia simplemente me encanta,me encolvio..escribe mas como estas y sacaras un libro pronto,besos amiga aunque no me conoces jeje

    ResponderEliminar
  2. me tuvo en suspenso desde el comienzo hasta el triste medio raro final,muy buena historia

    ResponderEliminar
  3. Esta historia esta llena de misterio,miedo,me gusta este blog hay de todo!

    ResponderEliminar
  4. Hola,muchas gracias por leer y tambien por comentar que bueno que les guste esta historia y que sintieran tantas cosas al leerla,q chevre sigan leyendo el blog y pasenlo,un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. mas intensa, abrumadora y mas rápida ,mas fuerte ,mas perturbador...al despertar o reaccionar Juan sudaba y se sentía helado...el estaba en su cama ,lo del sobre lo había soñado.

    ResponderEliminar
  6. Esta historia tambien me gusta me tuvo en total interrogante,muy bien Bren sacale el jugo al talento.

    ResponderEliminar
  7. Leo esta historia que me parece tan perfecta tu talento no merece ser guardado en un espacio bloggero.

    ResponderEliminar